Imagen tomada de internet
ROCINANTE Y YO
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Voto a bríos , Rocinante,
que no hay dama más fermosa
ni mujer mas elegante
que mi bella y fresca rosa.
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Y quien diga lo contrario
que tenga lista su espada,
que este hidalgo solitario
no se acobarda por nada.
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Y si triste es mi figura
no os importe mi rocín,
nada cuela en la armadura
de este bravo paladín.
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Que mi lanza sigue firme
y mis brazos son doctrina,
si un bellaco prueba herirme
hallará su medicina.
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Dulcinea es mi señora,
la venero y la disfruto,
y hay de aquel que a mala hora
la mancille ni un minuto.
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Sigue firme Rocinante
que nos mira la doncella,
no te muestres vacilante
que ella no es mujer plebeya.
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Y si ves algún gigante
que se cierne en mi camino
galopa, sigue adelante,
que yo solo lo elimino.
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No hay mas bravo caballero
que el que aboga por su honor,
tu sabes que ni el acero
causa en mi grave dolor.
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Ay mi amigo de aventuras
de batallas y proezas,
como yo comes maduras
y también agrias cerezas.
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No te importe si al hablarte
también te toman por loco,
la locura no se imparte
y la lucidez tampoco.
De la Mancha soy nacido,
por azares de la suerte
y de sobras conocido
por no temer a la muerte.
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Dulcinea , Rocinante,
es mi dama lisonjera,
yo soy una sombra errante
y ella un sueño, una quimera.
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